Aunque la espectrometría de absorción atómica (AA) ha sido utilizada regularmente en laboratorios analíticos durante décadas, ciertamente no es menos relevante para análisis modernos.
A medida que las normas y regulaciones se vuelven más estrictas (lo que hace que el trabajo analítico sea más complejo), los instrumentos AA han seguido el ritmo y siguen siendo una técnica analítica de referencia para el análisis de alimentos. Las innovaciones en la espectrometría AA de horno de grafito y llama para analizar matrices complejas como el vino y la leche son solo una parte del desarrollo continuo de la técnica.
La técnica de absorción atómica se adapta mejor a aplicaciones con hasta ocho elementos y cantidades de muestra que van desde unas cuantas hasta 100 por día.
Esta técnica ofrece diversos beneficios sobre otras tecnologías utilizadas para el análisis de alimentos como el ICP-MS o ICP-OES:
El análisis elemental de la leche es importante tanto para el control de calidad como para los requisitos de etiquetado del producto.
Un sistema de AA puede analizar de manera eficiente y precisa hasta 100 muestras de leche por día. Esta optimización es esencial porque no es rentable dedicar un analista a ejecutar manualmente una gran cantidad de muestras todos los días.
Las etapas del análisis de la AA de flama, como la calibración del instrumento y la preparación de la muestra, se pueden automatizar para evitar posibles causas de error. La automatización tiene el beneficio adicional de mejorar el flujo de trabajo de análisis y reducir los costos.
El análisis del vino es complejo. Las muestras incluyen etanol, azúcar, tanino y otras sustancias orgánicas. Uno de los factores más importantes en el control de calidad del vino es medir las concentraciones de metales como el hierro y el cobre.
A pesar de que en análisis de ciertos elementos como el sodio, potasio, calcio, magnesio, hierro, cobre, zinc y manganeso se pueden hacer mediante ICP-OES o ICP-MS. La AA de llama es el más simple de usar y ofrece buena sensibilidad y precisión, sin las interferencias que pueden estar presentes en las técnicas ICP.
La AA de flama no podrá alcanzar los límites de cuantificación requeridos para plomo y cadmio en la mayoría de los entornos regulados. La técnica de generación de hidruro tampoco ayudará. Es necesario utilizar una técnica diferente: espectrometría AA en horno de grafito.
La AA en horno de grafito (GFAAS) es una técnica extremadamente sensible. GFAAS se puede utilizar para alcanzar los mismos niveles de ppb o sub-ppb que los alcanzados para la generación de arsénico e hidruro de mercurio. Puede ofrecer una sensibilidad similar a la de ICP-MS, a un precio significativamente más económico, lo que lo hace mucho más accesible para los laboratorios de alimentos.
La espectrometría AA de horno de grafito es mucho más lenta que la espectrometría AA de llama. Cada réplica tarda unos dos minutos. Tomaría seis minutos completar tres repeticiones, mientras que la espectrometría AA de llama tomaría de seis a nueve segundos para tres repeticiones.